
Por Luis Ramón López
MOCA, Espaillat.-Pasó sin penas ni gloria, el 50 aniversario del fallecimiento de la prominente e ilustre educadora dominicana, Aurora Tavárez Belliard (La Seño), fundadora de dos importantes colegios en esta ciudad; el Sagrado Corazón de Jesús y el Porfirio Morales y obras educativas como Moral y Civil, Lengua Materna y otros ensayos didacticos.
Fue una educadora a carta cabal, que ejercicio la profesión de magisterio con gran orgullo y dedicación a la enseñanza de niños y niñas, con amor y entrega como lo hizo con sus publicaciones, esmero desempeño y aportes a favor del proceso educativo nacional.
Aurora Tavárez Belliard, conocida como «La Seño», nació en la comunidad rural de Guayubín, provincia de San Fernando de Montecristi, un 14 de abril de 1894. Desde muy joven se integró al sistema educativo dominicano en su comunidad rural.
En 1928, a los 34 años, luego de una fructífera actividad magisterial, se traslada a la ciudad de Santo Domingo, tiempo después decide pasar a vivir a Moca, donde ejercició la profesión de educadora, defensora de los valores morales, familiares y ciudadanos, también luchadora a favor de los derechos de la mujer, hasta que fue jubilada por el gobierno en 1964.
Por su labor pedagógica, que puso al servicio de generaciones de niños, niñas y adolescentes, recibió del gobierno dominicano reconocimientos y medallas, por su entrega al magisterio de vocación, la Medalla al Mérito Escolar y la Orden de Duarte, Sánchez y Mella, en el Grado de Gran Cruz, Placa de Plata.
Otros tributos de homenaje los recibió de la Sociedad Procultura de Santo Domingo y del Ateneo de Moca, cuyo Ayuntamiento la declaró hija adoptiva. En 1978 el Congreso Nacional dispuso que una calle de Moca, llevara su nombre.
Su legado todavía vive y sigue haciendo aportes significativos a la educación dominicana y al municipio de Moca, a la preparación de jóvenes a partir de sus enseñanzas, principios y ejemplos, a través del colegio Porfirio Morales, que tiene como director al licenciado Pedro Ovalles Pérez, una de sus grandes obras vivientes.
Cabe destacar que sus obras, orientadas a la enseñanza de niños y adolescentes, se encuentran la «Cartilla Silabario», «Rayito de Sol», «Niño Dominicano», «Patria Mía», «Historia Patria», «Lengua Materna», «Moral y Cívica», publicó, además, los libros «Simientes en el Camino», «Bronces de la Raza» y «en el Sendero de Kempis».
Afortunadamente, la destacada y siempre recordada educadora Aurora Tavárez Belliard, falleció en la ciudad de Moca, a los 78 años, hace medio siglo (50 años), el 31 de enero de 1972.
El sistema educativo nacional, el ministerio de Educación, dejó pasar este recordatorio, de quien en vida lo dio todo por el magisterio, los valores ciudadano y la familia, sin una agnición a su figura en su 50 aniversario de su fallecimiento.