
Por Luis Ramón López
OPINIÓN.-La Policía Nacional de la República Dominicana, atraviesa una de sus peores crisis de legitimidad. La institución, creada en 1936, parece haberse quedado atrapada en prácticas autoritarias y represivas que chocan con la realidad del siglo XXI. Mientras la criminalidad crece y la ciudadanía reclama seguridad, la propia policía es señalada de abusos, vínculos con el bajo mundo y corrupción interna.
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