
Por Luis Ramón López / Reportaje Especial
MOCA, Espaillat.-Este Domingo de Pascua no fue un día cualquiera. En cada rincón del país, y especialmente en las comunidades de fe, resonó la alegría del Cristo resucitado. Con cánticos, misas, procesiones, actividades familiares y celebraciones al aire libre, la comunidad cristiana celebró con entusiasmo la victoria de la vida sobre la muerte, renovando su fe en medio de tiempos difíciles.
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