
Por Luis Ramón López
OPINIÓN.-Moca, tierra de historia, cultura y gente trabajadora, vive hoy un momento de pausa, como si su corazón urbano latiera con menos fuerza. El casco histórico que en otros tiempos fue punto de encuentro, de paseo y orgullo, hoy parece apagado, falto de motivación y visión. Y sin embargo, Moca tiene todo para volver a brillar: su gente, su legado y su potencial.
Sigue leyendo