
Por Luis Ramón López

OPINIÓN.-La justicia dominicana, concebida en la Constitución como garante de la equidad, la independencia e igualdad ante la ley, enfrenta un cuestionamiento profundo. A pesar de contar con un marco normativo que proclama el debido proceso como principio rector, la práctica evidencia contradicciones que ponen en duda la coherencia y credibilidad del sistema.
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