
Por Luis Ramón López
OPINIÓN.-La historia contemporánea no puede comprenderse sin observar la dinámica tensa, compleja y estratégica entre las dos mayores potencias globales: Estados Unidos y China. Su rivalidad trasciende lo económico y militar, y se ha convertido en el eje de la geopolítica mundial, marcando alianzas, conflictos, acuerdos comerciales y disputas tecnológicas.
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