
Por Luis Ramón López/ Especial de tradición y cultura dominicana

MOCA, Espaillat.-En cada rincón de la República Dominicana, hay un aroma que anuncia la llegada de la Semana Santa, y no proviene de incienso ni de flores: es el inconfundible olor de las habichuelas con dulce, uno de los postres más emblemáticos y sabrosos de la cocina dominicana.
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