
Por Luis Ramón López

OPINIÓN.-Desde el principio de los tiempos, la humanidad ha sido testigo de un fenómeno inquietante: el mal parece ser una fuerza motriz en el mundo. Las guerras, la corrupción, la injusticia y el sufrimiento no son excepciones, sino constantes históricas. ¿Será que el mundo, en efecto, gira sobre la maldad? es la pregunta.
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