
Por Luis Ramón López
MOCA, Espaillat.-En las inmediaciones del mercado nuevo de Moca, donde el bullicio del comercio diario se mezcla con el aroma de los productos frescos, existe un lugar que es más que un simple negocio de provisiones, es un espacio donde la historia, la tradición y la calidez humana conviven de manera espontánea. Allí trabaja, recibe y conversa Niño Almanzar, uno de los comerciantes más queridos y carismáticos del municipio.
Sigue leyendo