
Por Luis Ramón López
MOCA, Espaillat.-En los últimos años, la figura del colaborador o testigo en procesos judiciales por corrupción y otros delitos graves ha cobrado un protagonismo creciente en la República Dominicana. Sin embargo, el uso y, sobre todo, el abuso de los llamados acuerdos judiciales ha abierto un debate profundo sobre si estos mecanismos están fortaleciendo la justicia o, por el contrario, están enviando un mensaje equivocado a la sociedad.
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