

Por Luis Ramón López
MOCA, Espaillat.-A medida que se acerca la celebración del Nacimiento del Niño Jesús y la tradicional festividad de Nochebuena, este 24 de diciembre, el panorama económico que vive la República Dominicana genera preocupación, especialmente entre los sectores más vulnerables de la sociedad.
Durante este mes de diciembre, indicadores económicos y percepciones ciudadanas reflejan un escenario que muchos describen como de estancamiento económico con presión inflacionaria, situación que ha impactado de manera directa el poder adquisitivo de la población.
Esto ocurre pese a que el Gobierno central, los gobiernos locales y el sector privado realizaron la entrega de la regalía pascual y de los bonos gubernamentales destinados a aliviar la carga económica de las familias.
Comerciantes de distintos puntos del municipio de Moca, expresan su inquietud ante lo que califican como una notable ausencia de circulación de dinero. Señalan que, a pocos días de la Nochebuena, las calles y los establecimientos comerciales no muestran el dinamismo característico de la temporada navideña. “Todo está lento, no parece diciembre”, es una de las expresiones más recurrentes entre los vendedores.
Tanto comerciantes como consumidores coinciden en una queja generalizada, el alto costo de la vida. Los precios de los productos básicos, alimentos y artículos propios de la época navideña se perciben más elevados, lo que limitará el consumo y obligará a muchas familias a reducir sus compras tradicionales de fin de año.
Este contexto ha generado preocupación social, ya que la Navidad, además de su significado religioso, representa un período clave para la economía popular y el comercio local. Sin embargo, la realidad que se vive en este diciembre contrasta con años anteriores, dejando un sentimiento de incertidumbre y dificultad económica en amplios sectores de la población.
UNA ESTANFLACIÓN EN LA ECONOMÍA
Diversos indicadores y percepciones ciudadanas apuntan a que el país estaría enfrentando un fenómeno de estanflación, caracterizado por un estancamiento de la actividad económica combinado con una intensa subida de precios.
Comerciantes y consumidores coinciden en que el movimiento comercial es mínimo y que la circulación de dinero es notablemente baja para una época que tradicionalmente dinamiza la economía.
Uno de los factores a los que se atribuye este aumento generalizado de los precios es el alza del dólar, que ha repercutido directamente en el costo de productos importados y de consumo básico, encareciendo la canasta familiar y reduciendo el poder adquisitivo de las familias dominicanas.