Por Luis Ramón López

MOCA, Espaillat.-La ciudad de Moca y sus pobladores continúan a la espera de respuestas concretas del Gobierno Central ante problemas estructurales que frenan su desarrollo urbano y ambiental, entre ellos la ausencia de un alcantarillado pluvial, la falta de una planta de tratamiento de aguas residuales y la urgente necesidad de un nuevo acueducto independiente del sistema que abastece desde Santiago.

Pese a los reclamos ciudadanos y las reiteradas promesas oficiales, ninguno de estos proyectos esenciales, ha sido ejecutado, mientras las autoridades locales y nacionales concentran su inversión en obras menores de poco impacto a largo plazo.

Diversos sectores sociales y profesionales del municipio, han advertido que la ejecución de aceras, contenes y pequeñas obras barriales y comunitarias, aunque necesarias, se realiza sin una planificación integral ni prioridades definidas, lo que refleja, según denuncian, una política de improvisación más orientada a fines políticos que a una verdadera estrategia de modernización.

“Moca, no puede seguir creciendo sin dirección. Se están gastando millones en obras dispersas que no responden a un plan de desarrollo urbano. No hay coordinación entre los sectores ni visión de futuro”, opinó un urbanista local consultado.

Uno de los reclamos más persistentes es el de un nuevo acueducto propio, que garantice independencia del sistema de Santiago y asegure un abastecimiento estable y suficiente.
Los barrios periféricos y comunidades rurales de Moca, sufren constantes interrupciones, obligando a muchos hogares a depender de camiones cisterna y pozos improvisados, lo que aumenta los riesgos sanitarios.

“No se puede hablar de desarrollo si en pleno siglo XXI, los mocanos seguimos sin agua, sin drenaje y con una ciudad que se inunda cada vez que llueve”, expresó un dirigente comunitario.

MOCA, UNA CIUDAD SIN BRÚJULA

Moca, históricamente reconocida por su civismo, su producción agrícola y su aporte a la cultura, la educación y el arte, sigue sin un plan maestro de desarrollo sostenible. Se está usando el dinero del pueblo para satisfacer egos políticos, no para transformar la ciudad. No hay planificación, ni visión de modernidad, ni respeto por el orden urbano.

Mientras el país avanza hacia políticas de modernización e infraestructuras inteligentes, Moca, permanece estancada, sin un sistema de drenaje pluvial, sin planta de tratamiento, sin un acueducto moderno y sin una visión estratégica de futuro.

Sus ciudadanos reclaman una respuesta urgente y una gestión pública responsable, capaz de pensar más allá de los intereses políticos y apostar por una ciudad planificada, sostenible y digna del siglo XXI.