Por Luis Ramón López

SANTO DOMINGO.-La situación económica que atraviesa actualmente Argentina, caracterizada por una inflación descontrolada, una moneda en constante devaluación, recortes sociales y una pobreza que afecta incluso a sectores tradicionalmente acomodados, ha encendido las alarmas en varios países de América Latina.

En este contexto, surge una pregunta clave: ¿podría la República Dominicana enfrentar un escenario similar si no se corrige el rumbo del gasto público y otros indicadores económicos sensibles?

Aunque el país mantiene actualmente niveles de crecimiento y un flujo turístico robusto, expertos han advertido que el aumento del endeudamiento público, la presión sobre el tipo de cambio, la subida en los precios de la canasta básica y el deterioro del poder adquisitivo de los hogares pueden, de no atenderse oportunamente, crear un cóctel explosivo.

EL ESPEJO DE ARGENTINA

Argentina, una de las economías más importantes de Sudamérica, ha sufrido en las últimas décadas una serie de colapsos económicos provocados por políticas fiscales ineficientes, subsidios insostenibles, déficit fiscal permanente y un sistema político incapaz de aplicar reformas estructurales a tiempo.

Hoy, su inflación supera el 270 % anual, el peso argentino ha perdido gran parte de su valor y la pobreza alcanza niveles récord.

En comparación, la República Dominicana, muestra cifras más estables, pero con signos de advertencia. La deuda pública consolidada ronda el 60 % del PIB, el dólar ha venido ganando terreno frente al peso dominicano, y sectores productivos han denunciado alzas en tarifas eléctricas, combustibles y servicios básicos, afectando a la clase media y trabajadora.

EL DÓLAR EN RD

El tipo de cambio, que ronda actualmente los 60 pesos por dólar, ha mostrado una tendencia al alza que, de agudizarse, podría encarecer las importaciones de alimentos, medicinas, materias primas y generar una inflación estructural.

Este fenómeno ya lo vive Argentina, donde el dólar paralelo es el verdadero valor de referencia para la economía informal, el comercio y hasta los alquileres.

Analistas económicos locales han advertido en reiteradas ocasiones que la sostenibilidad del crecimiento dominicano depende de controlar el gasto público, mejorar la calidad del gasto y aumentar los ingresos fiscales sin cargar más a los contribuyentes formales.

El economista Andy Dauhajre, ha advertido que la República Dominicana, si no corrige el gasto público, podría enfrentar una crisis parecida como la de Argentina .

El presupuesto nacional continúa dependiendo de préstamos internacionales para cubrir déficits estructurales, y si bien la inversión en infraestructura ha sido positiva, algunos proyectos carecen de transparencia, eficiencia o sostenibilidad.

Tenemos el riesgo de una tormenta económica si no se controla el gasto público.