
Por Luis Ramón López

PUERTO PLATA.-En el corazón del parque central de Puerto Plata, entre la música del merengue y el vaivén de las palmas, hay una figura que ya se ha vuelto símbolo del lugar. Se trata de Simeón Reyes (Caquito), un gestor cultural con más de 40 años que ha dedicado su vida a llevar alegría, ritmo y cultura a todos los que pasan por este emblemático rincón del norte dominicano.
Pero Simeón un personaje histórico del folklore dominicano no está solo, lo acompaña cada día su inseparable burra Maria, la burra que baila, que alegra mucho a turistas y nacionales que visitan a Puerto Plata, los que recibe con una sonrisa y cada baila es puro sabor dominicano.

Este pintoresco personaje se ha convertido en una atracción querida tanto por locales como por turistas extranjeros, que no pueden evitar sonreír al ver la singular escena de una burra personalizada por Caquito, decorada con pañuelos coloridos y sombreros típicos, que se mueve al ritmo del merengue, mientras Simeón la guía con pasos contagiosos, salerosos y llenos de vida.
“Cada paso es una sonrisa, y cada baile es puro sabor dominicano,” dice Simeón con una sonrisa amplia, mientras saluda a los visitantes que llegan curiosos, móviles en mano, listos para capturar el momento.
Desde hace más de cuatro década, Simeón ha recibido a miles de turistas de todas partes del mundo, quienes se llevan más que una fotografía, se llevan una experiencia auténtica.
Su carisma lo ha convertido en un ícono cultural del parque central. Más allá del entretenimiento, Simeón representa la calidez y hospitalidad que caracterizan al pueblo dominicano. “Aquí no hay distinción: yo bailo con quien sea, sin importar el idioma ni de dónde venga. Aquí todos somos alegría.”
La burra, la cual es un personaje que simboliza, y a quien él llama cariñosamente Maria, se mueve con pequeños pasos y un meneo divertido, esta compañera de cuatro patas se roba tantos aplausos como su dueño.
El personaje de Reyes, va más allá del disfraz y el espectáculo. En cada uno de sus movimientos hay un homenaje a la identidad nacional, al folclore y a la cultural de un pueblo que, incluso en lo cotidiano, encuentra razones para celebrar.
En tiempos donde la tradición parece desvanecerse frente a la modernidad, Simeón Reyes, y su burra bailarina son un recordatorio vivo de que la cultura no solo se preserva, sino que se baila, se ríe y se comparte.
El personaje de la burra María, hecho por Simeón Reyes (Caquito), nace en los años 70, como parte de una comparsa campesina que mostraba símbolos de la vida del campo. Además, de presentarse en hoteles y en desfiles en todo el país por décadas, ha estado presente en el carnaval de Curazao, en Nueva York entre otras importantes ciudades.