Sobre el proceso de evaluación educativa

Por Pedro Ovalles

OPINIÓN.-Todo aprendizaje debe ser un proceso personal, distinto para cada uno de los actores; esto es, hay que tomar en cuenta las particularidades, valorar los incidentes y las dificultades.

La idea es que no debe ser la evaluación en ese proceso de un solo momento, cerrado, único, y ya; pues ya sea cualitativo o cuantitativo: el proceso debe terminarse y evaluarse en toda su integridad o totalidad; que no debe pensar el docente que termina en el término de un grado también; para el educando sigue, porque es un sujeto, no un objeto, no un producto.

Es un ser humano, que todas las condiciones del entorno le afectan, y hoy está de una forma, y minutos después de otra; puede su afectividad cambiar en cualquier momento dado, incluso sorpresivamente, que de hecho lo hace constantemente: su conducta se está modificando permanentemente.

De ahí que los exámenes o pruebines como instrumentos evaluativos cuando se priorizan hacen daño al proceso; cuando no se maneja bien ese tan importante costado de la educación, ciertamente causa trastornos lamentables. Lo que menos le cuadra a la evaluación es la rigidez, la discriminación, la insensibilidad, la cerrazón y la prepotencia.

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