Joven que vivió la violencia y el crimen en las calles de Brooklyn, exhorta a los jóvenes a estuadiar y trabajar para forjarse un mejor futuro

Por Luis Ramón López

BROOKLYN.- Desde muy pequeño me dediqué a bregar en las calles con gangueros y todo tipo de personas malas del vecindario de Bedford Stuyvesant; que yo creía que eran mis amigos, pero con el pasar del tiempo todo ha ido cambiando y me estoy reincorporando a la sociedad con la ayuda del  padre Jim O’shea.

Esa es la sabia experiencia de deJeltsin de la Cruz,  un joven de las calles de Brooklyn, que vivió la violencia, criminalidad y muerte de       Bedford Stuyvesant, uno de los vecindarios más violento de este condado, que todavía cuenta con violentas y sangrientas gangas, que aterraran a sus residentes.

De un mundo lleno de violencia, drogas y de una familia destrozada, este joven de origen mocano, que batalla todavía con ese maldito flagelo, expresa con mucha valentía estar arrepentido de vivir en ese nauseabundo mundo en que se ha desenvuelto desde pequeño.

Más de cuarenta veces a estado en prisión, y lo ha hecho cambiar de vida, afirma su niño pequeño, que lo ha inspirado a cambiar y al padre Jim O’shea, que viene desarrollando una encomiable labor social de rescate de los jóvenes, que como yo, andabamos descarrilados en el bajo mundo de la violecnia y la criminalidad.

«Ahora trato de orientar los chamaquitos y jóvenes que están en gangas, a que cambien y tomen el camino correcto, que la vida nos dá una oportunidad para encarrilarnos y ser persona de bien», asegura. de la Cruz.

Llamado en el barrio con el apodo de Chanchy, este jóven de unas características increibles y únicas, que no parece estar ligado a esa actividad, dice que en las calles lo que se aprende es lo peor y bajo que exhibe la sociedad, al extremo que nos desconectamos del contacto con la gente, para vivir nuestro mundo.

Dijo Jeltsin de la Cruz, que ha sido atacado por miembros de gangas contrarias a tiros, pero que ha salido ileso, por lo que teme todavía por su vida, ya en una ocasión fue tiroteado frente a la cafetería y panadería «Re-Connect», que es el proyecto de rescate que dirige el Jim.

Después que salí de las calles, afirma «me siento una persona mejor y comienzo haber las cosas diferentes», las gentes comienzan a quererte y hablan contigo, te dan consejos y se sienten bien cuando ven que uno  no está en ese camino de la delincuncia y las drogas».

«Comence a trabajar, a compartir con la gente en diferentes lugares, antes sólo compartía con muchos tígueres y el padre me ha enseñado mucho a vivir en sociedad con la gente»,  apunta este joven que se siente arrepentido de vivir en las calles, de las que dice son perversas y te tragan finalmente en el laberinto de la muerte.

En un mensaje a los jóvenes dominicanos, que andan en el mundo de la violencia, criminidalidad y las drogas, les exhorta a que cambien de estilo de vida, a que jueguen basquet, o otras actividades deportivas, leer libros, estudiar, y rechazar a todo aquel que te dá cerveza, ron, cigarrillos, que lo único que quiere es llevarte a los vicios.

Manifestó que después que conoció las calles, prefiere volver a la escuela, para ser un hombre de bien y servir a la sociedad como ejemplo de superación.

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